Al susurro del roce,
casi a escondidas,
le sucede una madrugada abstracta
sospechosa del desencuentro
entre tu pecho y mi espalda.
Volátil, trivial noche de eclipses,
serena concurrencia de lluvias carnales.
Desnudez de la alborada
antecedente sin pasado ni presente.
Revolución de cuerpos
en la triste y callada velada.
Disfrazada de circunstancia,
enmudecida por un retén de intenciones
conmovida por la cruel distancia
entre el lecho y la almohada.
Al despojo, penurias vivas
desazón ardiente,
quebradiza y agitada.
Rebeldía de un júbilo insensato
rendido a una extraña concupiscencia.
Instante inédito, intrépido,
huérfano de una relegada inocencia.
domingo, 28 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario