gris, granate y sin muros.
Ese lugar sin espacio,
que tomó como techo la incertidumbre,como pavimento el silencio
que sostiene árboles apalabrados
que un día fueron sustento y al otro…
sólo materia.
Meandro sin secretos, sin enigmas
territorio de lo universal donde acontecen los días,
se suceden las dudas,
donde germina el desconcierto
donde la anarquía es un consuelo,
allí donde perecen y renacen ideas,
donde el sosiego es extranjero
y sin documentos,
donde el desasosiego es extranjero
y libre.
De canela y café,
gris, granate y sin apuros.