al recorrerte en cada silencio
Insensatos mis labios
al tomar por riendas tu boca
Delirios evocan mis manos al gozar tu espalda
Tu abrazo deviene ese lugar casi perfecto,
donde empequeñece mi pensar,
se expanden mis sentidos
se silencia el pensamiento.
Nos ofrecemos al ritual
como se ofrecen los peces al cielo.
Quebrantando prejuicios,
Imitando utopías.
Humedeciendo rincones.
Rescatando quimeras.
Amamos porque vinimos.
Amarnos porque vivimos.
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