lunes, 22 de septiembre de 2008

A QUIEN COMPUSO ESA CANCIÓN

Se me antoja la vida como un precipicio
Allí me precipito, arrojándome, no al vacío
sino al lugar donde todo… todo se termina.

La vida… como enfermedad que nos va llevando
poco a poco hacia la muerte,
tiene esa tremenda y particular sumisión
que inventaron y construyeron para evitar la soledad.
le dieron forma, y le pusieron nombre…
y hubo quien se atrevió a propagarlo…
mataron también en su gracia e incluso le compusieron una canción…

Y ahora sé, que para nacer, primero hay que olvidar.
Ignorar esa nostalgia de lo vivido y brindarnos un rincón en el tiempo
donde sólo pueda evocarse, lentamente, la imagen del porvenir.

La tristeza, como el amor, tuvo su esplendor
sólo porque en una ocasión nos conmovió.
Se enfrentó a la ira de cualquiera de nuestras heridas
y venció.

Conocimos la derrota a pesar de la certeza de saber
que aquella no era nuestra guerra.

Retuvimos la imagen falsa de una ficción,
ante el desprecio de nuestra propia intuición.
Descreyendo del poder que nos otorga haber vivido.

Y así, alrededor del mundo
hay personas que van en busca de reconocerse
atraviesan puertas como Alicia atravesó el espejo;
sólo por rendirse al baile del azar.
Y compiten.¿Cuál será su lugar en el mundo?

¿Y el nuestro?

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