jueves, 23 de abril de 2009

CONTIGO Y EL SEXO

Al despojo de tus ropas asomas fugaz
mientras ciego mis ojos a la sazón de tu cuerpo
y finjo el deleite de creerte en la frontera de mi piel
Y Sonríes

Desfallece el empeño de la próxima vez
del siguiente encuentro
A tu ausencia reclamo un suspiro
y enloquece el aire.
la tormenta calma este invento
al desalojo inminente que sostiene mi lecho
al suburbio que sugiere el límite de la razón
la invencible imaginación de una oscura ternura

Y así, al imprescindible hurto del cuerpo a cuerpo,
le sucede una llovizna escalofriante de temblores,
enredos, desorden y anhelos.

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