viernes, 5 de marzo de 2010

TATUAJE

Sutil traje humedecido por un particular llanto.
Piel bajo piel.
Se precipita el gesto sobre mi cuerpo mutilado
auspiciado tan sólo por un anhelo imperceptible,
huidizo, escurridizo y endeble.


Al estallido de un suspiro,
un goce que te nombra irrumpe tímidamente,
ahoga oportunidades y aviva la inédita evocación
de un instante inaudito, pasado y remoto en el presente.

Corrosivo júbilo. Infortunio de la insensatez,
donde fundimos azar y abismos,
en la confluencia de tus orillas y mi precipicio.

Ese lugar casi perfecto, sutil traje, sutil piel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario